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Unidos
Los seres queridos de Alonso Salazar, su hermana Magally, su madre Marielos Elizondo y su padre Delio Salazar no se han perdido detalle del Mundial. Tienen en la sala de su casa, en Campo 1 de Cariari, una fotografía suya.
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En Cariari hay Mundial
Los seleccionados infantiles Alonso Salazar y Crisanto Esquivel salieron de Campo 1 para cumplir su sueño en Finlandia
Juan Diego VILLARREAL / Al Día
Campo 1, Cariari. En aquel pequeño barrio, de calles polvorientas, sol abrazador y un calor sofocante, el orgullo de su gente no tiene fin. El levantarse temprano es cosa de todos los días para iniciar la faena en el campo.
Aunque hoy fue muy diferente y en lugar de empuñar el machete y la pala, en Campo 1 de Cariari de Guápiles, sus pobladores encendieron su televisión y la radio a las 5 a.m. para seguir los cuartos de final y observar el duelo entre Costa Rica y Colombia en el mundial Sub 17 en Finlandia.
Al otro lado del Atlántico dos de los hijos de esta tierra fértil -Alonso Salazar y Crisanto Esquivel- representan al país en la Copa del Mundo infantil, donde con coraje y determinación se convirtieron en bastiones importantes del combinado patrio dirigido por el técnico Manuel Gerardo “Puro” Ureña.
Alonso Salazar, con un gol ante Australia, fue determinante para lograr a la segunda fase, mientras Crisanto Esquivel es titular en la contención de la Tricolor.
Sus familias no caben de la felicidad al saber que sus hijos cumplen un sueño.
Marielos Elizondo extraña a su hijo Alonso, a quien no ve desde hace 22 días, pero su corazón está lleno de orgullo por la labor de su hijo menor en Finlandia.
“Sé todo el sacrificio que tuvo que hacer para llegar allá. Es un chiquillo tímido, pero fanático del fútbol, que fue escogido de la regional de Limón para la selección Sub 15 y desde entonces ha logrado salir adelante”, comenta la madre.
“Imagínese como me sentí cuando anotó el gol ante Australia, aunque me dolió mucho la expulsión y que no pudo estar ante Colombia, pero al menos sé que todo su esfuerzo valió la pena y me siento muy orgullosa”.
El padre de Alonso, Delio Salazar, no se queda atrás al confesar sus sentimientos: “es una alegría muy grande. Los vecinos y los familiares nos llaman para felicitarnos, pero son ellos quienes realmente juegan y a los que se debe agradecer por el esfuerzo que dan en la cancha”.
“Aquí en casa nos hemos reunido para ver los partidos con amigos. Nos dicen que Alonso y Crisanto han hecho bien las cosas y eso nos llena de mucha emoción. Quizás cuando vuelvan les vamos a matar un “chanchito” y hacerles una pequeña fiesta”.
Hasta ver nieve
A un kilómetro de los Salazar Elizondo, la familia de don Crisanto Esquivel, su esposa María Jafeth, sus hijos Jefry Leidy y Elsy y su nieta Hilary, han seguido las incidencias de su querido “Tachita” en la cita mundialista.
Crisanto, padre, quien tiene su parcela en San Pedro de Cariari, a unos cinco kilómetros de su hogar, asegura que los días anteriores debió apurarse para dejar listo su trabajo y poder ver los partidos.
“Estoy muy contento de “Tachita”. De él siempre he estado orgulloso desde que nació, pero imagínese como me siento de verlo triunfar, cumplir su sueño de estar en un mundial a pesar de ser de un pueblo tan pequeño como Campo 1”, asegura el padre.
“Mi hijo es muy humilde; recuerdo que después de un partido entre Cariari y la Sub 17 lo llamaron a la Selección y me dijo que hasta que no tocará la nieve no estaría tranquilo al referirse a la eliminatoria en Canadá. Hoy cumple su anhelo de estar a un mundial y la verdad todos estamos muy emocionados”.
Doña María Jafeth también tiene palabras de admiración para su hijo: “es una gran emoción verlo cumplir su sueño. “Tacha” es un hijo muy obediente, que le fascina comer carne y pescar en el río, al cual extraño mucho porque es muy bueno y esforzado”.
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Fútbol y ganado
Delio Salazar, padre de Alonso Salazar, se dedica a criar ganado en Guápiles. También es vicepresidente del equipo de Cariari, en la Segunda División.
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Papá “alcahuete”
Hace de todo para que su hijo disfrute de lo que él no tuvo: el fútbol
Juan Diego VILLARREAL / Al Día
A Eloy Salazar no le gustaba que su hijo Delio practicara el fútbol. Por eso le pegaba cada vez que este se ponía a jugar en algún potrero.
Con los años, cuando Delio fue padre, más bien apoyó a su hijo Alonso Salazar, no solo para que lo practicara sino también para que se metiera a algún equipo federado y se convirtiera en jugador profesional. De paso, también ayudó al joven Crisanto Esquivel.
A su hijo lo llevó a Cariari, equipo de la Segunda División e incluso lo “alcahueteó” al hacerle una pequeña cancha de fútbol en el patio de la casa con luz artificial y todo donde los chicos del barrio se dan gusto en las mejengas nocturnas.
“A mí me picaban los pies cuando veía una plaza. Papá no me dejaba jugar y si participaba 15 minutos en una mejenga me pegaba media hora. Era muy estricto. Es por eso que yo siempre apoyé a “Alonsillo” para que fuera a los partidos y cumpliera su sueño de ser futbolista”, comenta Salazar.
“Le hice una canchita en el patrio y él me pidió que le pusiera iluminación para poder entrenar en las noches y jugar con sus compañeros del barrio. Hasta yo me emociono con los partidos y me rió con los muchachos que llegan a jugar. Es una manera de ayudarlos y alejarlos de los vicios.
Este “empunchado” ganadero también recuerda como tuvo que interceder para que Crisanto Esquivel, amigo de Alonso, pudiera volver a jugar, pues al perder el primer año de colegio su padre decidió llevárselo a la finca a trabajar.
“Yo le dije al papá de “Tachita” que le diera otra oportunidad de jugar fútbol. Yo le ayude, le pagué la matrícula en la escuela de fútbol y le advertí que debía ponerse las pilas para estudiar”, recuerda.
Don Crisanto también recuerda la anécdota al recordar que “don Delio es como el segundo padre para “Tacha”. Él perdió el primer año y yo lo llevé para la finca porque no quería estudiar. Allí estaba muy triste y cuando regresamos me dijo que don Delio le había propuesto ayudarle con el uniforme del colegio”.
Le di permiso y me parece que escarmentó porque ganó el colegio con las mejores notas de su grupo. La verdad le agradezco mucho a don Delio; ambos “chiquillos” están en el Mundial y son el orgullo del pueblo”.
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Desequilibrante
Josimar Arias, es una de las cartas ofensivas que está madrugada enfrentaría a Colombia, por un boleto a las semifinales del Mundial infantil.
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Partidos a muerte
Costa Rica jugaba esta madrugada contra Colombia en cuartos de final
Los Cuartos de final de la Copa del Mundo infantil de Finlandia 2003 iniciaron está madrugada, con el duelo entre Costa Rica y Colombia, programado para las 5 a.m. (2 p.m. de Finlandia), en el estadio Töölö de Helsinski, Finlandia.
Los nacionales jugarían su cuarto partido en la Copa del Mundo, después clasificar de segundos en el Grupo B. La Tricolor sumó un empate ante Nigeria (1-1), una derrota ante Argentina (0-2) y una victoria ante Australia (2-0).
La escuadra patria por primera vez tendría actuación en una cancha de césped artificial, por lo cual el combinado patrio, efectuó una práctica el jueves con el fin de adaptarse.
El cuadro colombiano, por su parte, adquirió su boleto como primero del grupo A, tras igualar 0-0 con México, derrotar 2-1 a China y golear 9 -1 a Finlandia. Llegó con la mejor artillería de certamen al sumar 11 conquistas y solo permitir dos anotaciones.
Argentina y México protagonizarán el segundo encuentro del día a las 8 a.m. hora tica. La albiceleste contará de nuevo con su capitán Lucas Biglia quien se lesionó la rodilla en el primer partido de la etapa de clasificación con Australia.
Mañana se completarán los dos juegos restantes. Estados Unidos con su estrella Freddy Adu, de 14 años, tendrá que vérserlas con el poderoso Brasil a las 5 a.m., mientras España se medirá a Portugal a las 8 a.m.
Cuartos de final
Hoy
Costa Rica - Colombia (5 a.m.)
Argentina - México (8 a.m.)
Mañana
Estados Unidos - Brasil (5 a.m.)
España - Portugal (8 a.m.)
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